viernes, junio 16, 2006

Martes 13


Originalmente este texto se iba a llamar "Alegría" e iba a contener una disquisición sobre cómo yo, madrileña de nacimiento, panameña por documentación, podía estar contenta porque Argentina hubiera ganado 6 a 0 a Serbia y Montenegro en el mundial de fútbol. Decidí cambiarle el nombre porque a partir de cierta hora del día, el funesto martes 13 con todas sus pedorradas se trasladó al día de hoy. Empecé rebien, tuve una entrevista en la loma del carajo, justo a la hora del partido, la mina estaba reapurada para volver al saloncito donde estaba con más gente viéndolo, le encanté y me avisa si tengo una segunda entrevista. Considerando que era en Tigre y que viajé más de una hora por parajes inhóspitos, que no me quedé en el kilómetro 36 sin saber para dónde ir y con los lugareños observándome ni en Santa Cruz de la Sierra en plena época de secuestro de turistas, me fue bárbaro. Salí muy pancha y contenta a tomarme el 60 -obbbbbbbvvvvvio, si va a todos lados-, me bajé en Corrientes y blah, me tomé el 26 y llegué a mi actual lugar de trabajo, previa compra de tarta tricolor para almorzar. Más pancha aún pasé como siempre por el molinete virtual y el señor seguridad me llama para que le muestre la tarjeta porque hizo ruido raro. Bien, el tipo prueba con toda la parsimonia posible mis tarjetas para entrar al piso y al edificio y determina que no están habilitadas. Bueh, acércome a recepción a ver si estoy en la lista. No. Carajo. Mi jefa todavía no llegó y no tengo el celular de nadie que ya haya entrado. La llamo a mi jefa anyway y me dice que está llegando. Con mi mejor cara de culo me dediqué a acomodarme en el mostrador de recepción de manera que nadie más pudiera acercarse. El señor seguridad postmostraderil trataba de charlar. Conmigo. Craso error. Al ratito pasa Mercedes, que trabaja en el mismo piso que yo y me dice "Qué te pasó?", "Me deshabilitaron la tarjeta", "Ah, yo le aviso a Patricio" -que es el gomazo que metió el dedo donde no debía y dio de baja mi existencia-. En una de esas llega mi jefa y me hace el trámite. Bien. Por supuesto mi tarjeta no funciona y ella pasa normalmente. Le digo al señor seguridad "Y cómo hago para pasar?", mi jefa le dice que yo estoy habilitada -ya parece un partido de fútbol- y el señor decide dejarme ahí colgada para ver si de verdad figuro en el acta del carajo que acaban de labrar en el mostrador a 4 metros de él. Finalmente me deja pasar a mi lugar de trabajo y cruzo el molinete virtual de Berlín. Cuando salgo del ascensor aparece Patricio diciendo que justo bajaba a autorizarme y que qué raro todo. Whatever. Llego a mi compu y todo está exactamente como NO lo dejo siempre, cosa que me revienta. Bien, me sobrepongo al momento de indignación y me siento. Se me cae el reloj pulsera. Se le reventó un eslabón de la malla. No suficiente con eso, el martes 13 trasladado se regocijó en hacerme comer mi porción de tarta fría. Llego feliz al breakroom con el único objetivo de entibiarla, tampoco es que como todo hirviendo, y el microondas tiene un cartelito que dice "no enchutar" (sic). Me acerco hasta donde hay gente que me pueda explicar qué pomo pasa y me dicen que está quemado. Bueno. Muy lindo todo. Así hasta ahora, que son las 4 y algo de la tarde. Espero que no se repita.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, paso a firmar solo porque ud me lo pidio, porque para ser sincera, estas cosas de fotologs, blogs, whatever, no son de mi simpatia...en fin, como la aprecio bastante, firmo. Espero que sigamos en contacto, un abrazooo!!!

Anónimo dijo...

Yo diría que flufli se escribe con i latina.

Asique te vas a laburar al Tigre?
no queda muy lejos?
es en una isla???

bueno, muy lindo tu blog,

flufli,
Gustavo

Anónimo dijo...

¡¡¡¡¡¡Te felicito por el blog!!!!!

La verdad, Gustavo tiene razón en cuanto a la ortografía.

Sigue así.

Besos,

Martín

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