sábado, julio 05, 2008

Día bufón


Salgo de mi casa bastante dormida a pesar de ser mediodía, agarrandome todas las telas de las prendas que llevo puestas para que no se me vuelen y no quedar congelada. Camino unos pasos aterida y cae algo adelante mío desde la cornisa del colegio religioso: una paloma muerta. Con cara de "ascorror", un poco sobresaltada doy un paso para la izquierda y trato de seguir mi camino al trabajo. Me asalta el saludo falluto del administrador de mi edificio, quien no me reconoce dentro del mismo pero evidentemente sí en la vereda. En su saludo noté la pequeña gracia que le había producido mi encuentro con la naturaleza. No por nada algunos vecinos le dicen "Buffone" tergiversando su nombre.
Google